¿Australia o Canadá? Les cuento lo que pasó conmigo…

Hace unos años, mi pareja y yo —los dos ingenieros— empezamos a sentir que necesitábamos algo más: más oportunidades, mejor calidad de vida… un futuro más claro. Así que empezamos a explorar opciones para emigrar como residentes permanentes, y las que más sonaban eran: Canadá o Australia.

Al principio, Canadá parecía la opción más fácil. Más cerca de Colombia, más rápido el proceso, programas claros de inmigración, incluso tomamos una asesoría, vimos vacantes y planeamos ciudades. Todo parecía encajar, pero entonces llegamos al tema del clima… y ahí nos dimos cuenta de que la “fácil” podría no ser para nosotros.

Canadá: oportunidades sí, pero mucho frío.

No me malinterpreten, Canadá tiene mucho a favor:

• Programas de inmigración claros y estructurados.

• Buenas oportunidades laborales para profesionales calificados.

• Salud pública de calidad.

• Ciudades modernas con buena infraestructura.

  
  

Pero el clima… uff. Como cucuteños acostumbrados al calorcito y al sol, la idea de vivir meses con nieve, temperaturas bajo cero y días cortos y oscuros nos hizo repensar todo. No es que Canadá no sea un buen país, ¡es espectacular! Pero nosotros no íbamos a sobrevivir mental y físicamente allí.

Australia: un proceso más largo, pero estilo de vida envidiable.

Después, nos pusimos a mirar Australia. Y aquí sí que nos enamoramos: playas, sol, clima más cálido, ciudades amigables, oportunidades laborales para profesionales calificados… todo sonaba perfecto.

Sí, el proceso era más largo y más complejo:

• Necesitábamos Skills Assessment para homologar nuestros títulos.

• Traducir y certificar documentos.

• Investigar visas, requisitos, tiempos y costos.

  
  

Pero el estilo de vida valía la pena. Sol, calor, playas y la sensación de que realmente podríamos disfrutar nuestra vida mientras trabajábamos y desarrollábamos nuestra carrera.

Lo que aprendimos en el camino.

Hacer todo desde Colombia fue un desafío:

• Traducir documentos.

• Entender los pasos del Skills Assessment.

• Aplicar a la visa correcta.

• Evitar errores que nos pudieran hacer perder tiempo o dinero.

  
  

Todo eso nos ayudó a ahorrarnos como dos años de procesos y complicaciones.

Hoy, 7 años después:  Vivimos en Australia, somos ciudadanos y ayudamos a otros migrantes a planear su camino de forma inteligente y segura.

Mi consejo si estás decidiendo:

• Analiza bien cada país: clima, estilo de vida, oportunidades laborales y sistema de inmigración.

• Escucha historias reales: hablar con quienes ya pasaron por el proceso es invaluable.

• Planea cada paso: homologar tus títulos, traducir documentos, entender las visas y requisitos.

  
  

No se trata de improvisar, se trata de tomar decisiones informadas.

Si quieres lograr la residencia permanente en Australia y evitar errores costosos, yo puedo ayudarte a crear tu ruta migratoria personalizada. Con SkillsPRO y AustraliaPRO, tendrás la guía correcta para cada paso.

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